La Magia se encuentra a nuestro alrededor. Siempre esperando esos pequeños momentos en que alguien o algo ilumine nuestra mirada y nos saque esa sonrisa sincera albergada en las profundidades de nuestra alma.
Cuando hablamos con esa persona, la encargada de hacernos sonreír, de llenarnos, de alegrarnos, de acurrucarnos en sus palabras y calentarnos con sus abrazos. La que tememos que nos abandone, que nos olvide o hasta que nos sustituya.
Esas acciones que nos emocionan y que nos contentan. Esas situaciones que nos ponen nerviosos o nos hacen llorar de la felicidad. Esos momentos que se comparten y que nos rejuvenecen por dentro, son únicos e irrepetibles.
La Magia esta ahí es cuestión de creer y dejarse llenar por ella. Sonríe como si se te acabara el tiempo y comparte como si entregaras todo lo que eres.